Free camping is quite easy in New Zealand. You can camp almost anywhere, but this freedom has made the local kiwis less excited about seeing more and more campervans at night out of campings thinking "where do they go to the bathroom????" And I think that they are right getting mad about this issue.
One of the "interesting" places we stayed at over night was a city named Invercargill. We arrived at night and tried finding a good place to park Pierre II for the night but it was impossible, so what did we do?? We chose the cheap way, parked in a street in front of a house, closed the curtains and there we slept. The people passing by and us sleeping inside. It was a funny experience!!
From there Pierre II took us to The Catlins.
The Catlins is an area in the southeastern corner of the South Island. It includes the South Island's southernmost point, Slope Point. We really enjoyed this part. We also met Jose, but we'll talk more about him in the future. We spent a great night with some wine and beers. A great guy that became very important in our lives.
As usual for us the weather was HORRIBLE, but anyhow we experienced some really incredible moments those days. We went to Curio Bay a beautiful place where if you are "lucky" can spot yellow eyed penguins. Well we sure should consider ourselves VERY lucky because we were surrounded by these incredible species. We spent two hours just sitting on a rock couple meters away from them. We couldn't believe our eyes. We watched them come out of the water and exchange greetings among themselves.
There was one that stood in front of us like half an hour exposing his body, moving his wings and making funny noises. It seemed like he was thinking to himself: "hey guys, you came to see me?? Well watch me, here I am". And there we stayed and watched him until he went to his nest. These Yellow-eyed penguins are native to NZ.
And as a picture is worth a thousand words here my story comes to the end so that you can enjoy the photos!
More animals in the next post!!
(Esta parte de la película My Globe Upside Down se rodó entre el 12 y el 15 de mayo)
En Nueva Zelanda es relativamente fácil acampar por libre con la furgo. Casi puedes hacerlo donde quieras, aunque tanta libertad ha hecho que a los kiwis les vaya haciendo cada vez menos gracia, el hecho de que en muchos lugares haya furgonetas de mochileros pernoctando por libre, sobre todo por aquello de "¿dónde harán sus necesidades?" Y no les falta razón... Nosotros intentábamos, muchas veces sin éxito, dormir cerca de baños públicos.
Aún así hay veces que cuesta encontrar "una parcela", como por ejemplo en la ciudad de Invercargill. Llegamos de noche y por más que buscamos no encontramos el lugar de plantar el huevo, así que como no queríamos terminar pagando un camping debido a nuestro presupuesto, decidimos dormir en una calle de la ciudad. Así, sin más, aparcando en batería y cerrando nuestras cortinas de cuadros. La gente paseando y hablando al lado de Pierre II y nosotros dentro durmiendo!
Y contada esta anécdota que acabamos de recordar Nicole y yo entre risas, paso a hablar de los catlins que fue lo que continuó a esa noche.
Es la zona más meridional de Nueva Zelanda y uno de los sitios que más nos gustó hasta el momento. Allí conocimos a Jose, ya os enterareis de quien es este "individuo" con el que improvisamos una noche estupenda entre vinos y cervezas... Y que tan importante es para nosotros!
Para no variar, el tiempo nos fastidió el paisaje pero no pudo privarnos de uno de los mejores momentos que hemos vivido y una de las razones por las que merece la pena hacerte el petate y viajar. Hay una cala llamada Curio Bay en la que "al atardecer os podéis acercar y a lo mejor veis pingüinos", nos informó una viejecita así como quien te dice que te puedes acercar al parque que a lo mejor ves perritos! Pues bien, vaya que si había pingüinos... Estuvimos cerca de dos horas contemplándolos, los vimos salir del agua, saludarse entre ellos, parecía una reunión entre amigos. Hubo uno en concreto que estuvo como media hora delante nuestra tranquilamente mirándonos y deleitándonos con movimientos y gritos de guerra. "¿Habéis venido a verme? Pues aquí me tenéis. Disfrutadme". Debió pensar el ave. Y allí estábamos el pingüino, Jose, Nicole y yo, disfrutando del regalazo que nos brindó la madre naturaleza. Era un "Yellow-eyed penguin" y por lo visto somos afortunados de haberlo visto.
Como una imagen vale más que mil palabras, paro ya de escribir y esperamos que disfrutéis de las fotos.
Más animales en el próximo post!